Rendon se crió en una época en la que aún no existía el internet, por lo que ocupaba su tiempo escuchando la radio, viendo videos musicales y grabando las canciones que le gustaban en casetes regrabables. Como los anuncios de la emisora aparecían aleatoriamente arruinaban la captura de la canción, obligándolo a esperar el momento preciso para empatar la toma y dejarla lo mejor posible. Desde entonces se despertó su curiosidad por entender cómo se hacía una canción y se sintió atraído por la música. Su interés fue cultivado durante su adolescencia y se desarrolló muchísimo más cuando fue becado para estudiar producción musical en la universidad. Desde antes de completar su carrera Rendon se dedicaba a perfeccionarse como productor en su estudio casero, profundizando en temas que incluían la creación de beats, síntesis, sampleo, técnicas de grabación, dirección musical, mezcla y masterización. Para aquel entonces ya había trabajado en la producción de cuatro álbumes que obtuvieron reconocimiento, pero estas canciones son sólo una parte de la historia. Ser un apasionado por explorar la ciencia que se esconde tras la música le ha permitido ser un productor auténtico porque él no sólo crea pistas, sino que captura la esencia del artista en ideas musicales que luego dan vida a una canción. Es una colaboración con el artista, y Rendon se encarga de sacar provecho a esta conexión, ya que considera que el intercambio artístico entre ambos abre la puerta a un universo creativo.