Nakary, la intrépida cantante venezolana que rompe esquemas dentro del género urbano empezó su vertiginosa carrera en los exigentes escenarios del freestyle de su país. A partir de allí, y siguiendo la estela de grandes figuras como Canserbero o Zion, se ha ganado un importante espacio en la industria artística, en la que espera convertirse en leyenda con su música del año 3000. 
 Su talento despuntó en los coros de colegio en los que siempre fue protagonista y evolucionó en la escena local del rap, donde con carácter irreverente, indomable y rebelde creó su propia esencia con empoderamiento femenino. 
 Ha sido tal su disciplina que, siendo una niña de 12 años, decidió dedicar su vida a la música, se preparó, trabajó y con recursos propios grabó su primer sencillo y videoclip a los 19 años.Su salto a las grandes ligas del género urbano se dio de la mano de Zion: “Lo contacté por redes sociales, le mostré mi trabajo y a las pocas horas me contestó. Hoy vivo el sueño de trabajar con un artista al que siempre he admirado, que confía en mí y que me da la seguridad de crecer entre las principales leyendas del reguetón”, afirma Nakary. 
 Con el sello de una artista única, Nakary se encamina a marcar tendencias en la industria del entretenimiento. Sin ningún tabú afronta la vida y hace música para romper esquemas con sonidos refrescantes que empoderan a las mujeres y ponen a bailar a sus seguidores.