El proyecto proviene de la química musical de Nana Echeverría y Manuel Mora. Ellos trabajan juntos desde hace 10 años, cuando Nana grababa con Manuel sus primeras maquetas. Luego Nana fundó Passiflora de la cual Manuel fue baterista y productor. La banda tuvo mucho éxito, pero no había producido música nueva por diferencias en la visión artística de los integrantes. Manuel y Nana estaban buscando un sonido más experimental. Passiflora se disolvió, y más adelante formaron Maëva. Habían producido algunas versiones de canciones viejas y descubierto un sonido muy particular y en base a eso empezaron a producir canciones nuevas que acabaron en una producción elaborada. Sabían que solo un grupo de músicos fuera de serie podrían reproducir el sonido del disco en vivo, y traer su estilo propio a la puesta en escena. Conocían a Jason Parra y por amigos en común, quien pasaría a ser el guitarrista de la banda. A Maddie Serrano, la conocieron a través de un proyecto tributo a los Beatles llamado Beagirls. En éste proyecto vieron que podía hacer segundas voces y tocar líneas de bajo complejas a la vez, cosa que era muy importante para el sonido de Maëva. Actualmente el proyecto tiene dos nominaciones a los premios ACAM: mejor disco Pop y mejor producción. La música de Maëva bordea preguntas, y despliega símbolos, llevándonos a un lugar donde no hay más respuesta que la llama de la experiencia.