Todo lo que toca Le Parody tiene una luz propia. Desde muy al inicio de su carrera musical sentó los pilares de su sonido: letras con una carga poética salvaje, engarzadas en un sonido que poco a poco ha ido cediendo terreno a la contundencia de la electrónica y que siempre se ha guiado por la experimentación. Para redondearlo todo, una voz que se multiplica y se moldea para convertirse en una parte más del paisaje sonoro. La música de Le Parody trae ecos de un futuro cercano, en el que las fronteras entre el folclore andaluz, el de influencias árabes o latinas se han desdibujado. En su singularidad, podemos enmarcarla en una escena que está escribiendo la música tradicional del siglo XXI. Le Parody publicó su primera demo en 2012 y estos 12 años en la música han dado como resultado infinitos conciertos, cuatro discos y múltiples intersecciones con otras disciplinas. Trilla es su último EP antes de Remedios (que verá la luz en octubre de 2024), fruto de su colaboración con la coreógrafa Luz Arcas. Antes de Trilla fue Porvenir (2019), un disco pensado para ser escuchado con todo el cuerpo. Hondo (2015), una intensa catarsis emocional, y el debut, Cásala (2014), una (no) banda sonora en la que sus letras dialogan con los samples. A esa discografía hay que sumar numerosas colaboraciones, singles y remezclas. Le Parody trae el folclore del futuro, lo suficientemente hedonista como para bailarlo fuerte, tan profundo como para que sus letras y su voz te atraviesen.