Podríamos mencionar fundó Morbo y Mambo y La Fuerza Mayor, también que puso su trompeta al servicio de proyectos como Miss Bolivia, Weste, Usted Señálemelo, Banda de Turistas, Francisca y Los Exploradores, Fémina y Louta. Incluso podríamos hablar de su infancia marplatense, esa que lo acercó a la música gracias a una casa llena de instrumentos y discos desde Caetano a King Crimson sonando sin parar, para luego encontrarse siendo parte de la escena post-punk de su ciudad en donde convivía con el surf, el skate y un gran crisol de música para terminar conectando con el jazz y su improvisación años después. En esta búsqueda de una identidad sonora propia se embarca en su proyecto solista que se nutre de todo ese contexto para combinarlo con la fuerza del vivo, lo audiovisual, la estética de los instrumentos y otras expresiones artísticas para crear un mundo en donde en vez de querer ser otro se permite ser él mismo. El concepto de cambio nos ayuda a entender este universo que está creando, que no se limita a géneros, sino que viene desde un lugar más intuitivo y animal pero con profundidad y espiritualidad. Una conversación consigo mismo y con la música en un espacio abierto, amplio y no binario en donde el otro lo interpreta a su manera y con su experiencia. Entonces en ese mantra que crea se permite jugar con libertad y sin prejuicios de una manera más pasional que mental. Un momento de goce auditivo y estético, revelador y emancipador, en donde existimos, somos y cambiamos.