La música me ha hecho ser inmensamente feliz toda mi vida. Desde muy pequeño fue mi refugio y mi camino. Hoy con 30 años de carrera mi mayor logro es ser parte de muchas historias y vidas a través de mis canciones. Gracias a mi madre nunca he dejado ni dejaré de soñar y este fuego lleno de amor que llevo en el alma es el que me hace cantar día a día con la misma energía y pasión de la primera vez en un escenario. Gracias a Dios por entregarme el don de la música y permitirme transmitir emociones en cada canción, ya que hacer de la música mi vida es un privilegio. Gracias a mi familia por ser mi fuente de energía y mi razón cada día. Gracias a mis músicos, y a quienes han contribuido a crear la magia tras un disco, y a todo mi equipo de trabajo. Mil gracias a cada uno de mis seguidores que hacen posible que yo aún siga cantando como el primer día.