Con el inicio de su carrera solista, la inquieta Lea Franov pasó de ser la voz de terciopelo al frente de la celebrada banda Las Edades a apostar por un emprendimiento propio, de cantarle al amor romántico de antaño a reencontrarse con su mundo interior, de abrazar la melancolía otoñal de las canciones de guitarra a incursionar en la composición electrónica, y de las discretas presentaciones en vivo a las extravagantes performances eróticas con shows de shibari y petplay incluídos. “El amor es una cuestión muy compleja”, asegura la compositora porteña. Y en esas divagaciones e incertezas sobre las relaciones sentimentales es donde enmarca también sus búsquedas musicales. Las canciones de Lea Franov son delicadas postales de la vida cotidiana donde el enamoramiento nuevo, la decepción, el erotismo y la poética de lo doméstico se mezclan naturalmente con los motivos eléctricos, las densas capas de sonido, la investigación vocal y las presentaciones en vivo que celebran cuerpos empoderados a través de la performance.