El compromiso con la música de Marta Toro viene de lejos. Del conservatorio pasa a tocar en grupos de indie y pop, tras un periodo inicial en orquestas por torreiros y romerías, que también marca su devoción por “las canciones”. El suyo es un talento que se ha desarrollado como instrumentista, producer y performer, y el escenario es uno de sus hábitats naturales. Su paso por algunos de los más potentes clubs y macros gallegas de electrónica, los aparcamientos de las mismas y las raves en el monte, pesan en su técnica y en su sonido como dj. Tiene la habilidad para mantener el flow en cualquier sesión, mientras hace malabarismos estilísticos, y nos lleva en ese viaje imposible, sin baches a través del sonido de sus mezclas. Su proximidad a los primeros turntablists gallegos, el uso de sintetizadores y el gusto por el juego sin límites, inevitablemente hacen que Marta Toro comience a experimentar con electrónica en otros proyectos de pop, metal y rock, abriendo un terreno en aquel momento inexplorado. Nos lleva por un amplio espectro musical, desde el techno, dance, trap y urbana, hasta el indie pop, rap, reggaeton, algo de eurobeat, lounge, swing o rock, añadiendo ciertas dosis de petardeo sin rendirse a la nostalgia, sorprendiendo con una selección de música sin prejuicio.